Samuel Ramey ha sido el bajo rossiniano más grande del siglo XX. Aquí, canta como sólo él sabe, aunque me extraña un poquito que, en lugar del rol de Fernando Villabella, haya elegido el del Podestà. En efecto, Ramey, siempre siguió las huellas de Filippo Galli, quien creó los papeles de Mustafà, Selim, Maometto II o Assur:y por lo que se refiere a la Gazza Ladra, el de Fernando Villabella. Hay poco que decir sobre la Ricciarelli: nunca ha sido una soprano rossiniana.
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Samuel Ramey ha sido el bajo rossiniano más grande del siglo XX.
Aquí, canta como sólo él sabe, aunque me extraña un poquito que, en lugar del rol de Fernando Villabella, haya elegido el del Podestà. En efecto, Ramey, siempre siguió las huellas de Filippo Galli, quien creó los papeles de Mustafà, Selim, Maometto II o Assur:y por lo que se refiere a la Gazza Ladra, el de Fernando Villabella.
Hay poco que decir sobre la Ricciarelli: nunca ha sido una soprano rossiniana.
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